
Fotoprotectores y fototipos de piel
Un fotoprotector solar es un producto dermocosmético en forma de crema, spray, loción o gel que se utiliza para proteger a la piel del rostro y cuerpo de las radiaciones solares, especialmente de los rayos UVA y UVB.
El objetivo de un fotoprotector es protegernos de la radiación ultravioleta y prevenir que nuestra piel sufra cualquier daño, ya sea aparición de manchas solares, envejecimiento prematuro de la piel o quemaduras.
Lo ideal es optar por un fotoprotector resistente al agua y aplicarlo siempre unos 30-40 minutos antes de la exposición solar.
Su uso está especialmente recomendado en los meses de primavera y verano, aunque debemos familiarizarnos con un protector solar siempre y cuando nos expongamos al sol, incluidos los meses de invierno.
El factor de protección solar que utilicemos dependerá siempre de nuestro tipo de piel. Para saber cuál es el fotoprotector más adecuado, lo primero de todo, tenemos que saber cuál es nuestro fototipo.
Fototipos de piel
- Fototipo I: Piel muy blanca y pálida que se quema fácilmente. Es habitual en personas pelirojas, con el vello muy rubio, casi blanco y pecas. Se aconseja un FPS de 50 o más.
- Fototipo II: Piel clara que se quema fácilmente. Se recomienda un FPS de 50 o más.
- Fototipo III: Piel de las razas europeas que se quema con moderación en horas punta. Se recomienda un FPS de entre 30 y 50.
- Fototipo IV: Piel ligeramente oscura (razas mediterráneas). Se quema moderadamente. Se recomienda un FPS de entre 15 y 20.
- Fototipo V: Piel típica de las personas hispanas. Rara vez se quema. Se aconseja un FPS de 10.
- Fototipo VI: Piel de las personas de raza negra. No se quema y requieren una protección mínima.